La Inmaculada Concepción de Maria

« Llevamos desde ahora una vida sobria, honrada
y religiosa, aguardando la dicha que esperamos:
la aparición gloriosa del gran Dios. »
(Antifona de Comunión, Tit 2, 12-13) 

Reflexión
"Ante la Buena Noticia de un Dios que por amor nuestro se desnuda y asume nuestra condición humana, no podemos dejar de abrir el corazón al arrepentimiento; no podemos encerrarnos en el orgullo y la hipocresía, obstruyendo la posibilidad de encontrar la auténtica paz…Dios sobreabunda en amor tierno y misericordioso. Como el padre de la parábola, está dispuesto a acoger con los brazos abiertos a los hijos que tienen el valor para regresar a Él."

"Este compromiso de conversión se funda en la certeza de que la fidelidad de Dios no desfallece, a pesar de todo lo negativo que podamos encontrar en nosotros y a nuestro alrededor. Por este motivo, el Adviento es tiempo de espera y de esperanza. La Iglesia hace suya la promesa consoladora de Isaías: «Todos los hombres verán la salvación de Dios». (LA ACTUALIDAD DEL MENSAJE DE JUAN EL BAUTISTA , Discurso del Papa Juan Pablo II con motivo del rezo del Angelus, 5 de diciembre de 1999).

Oración

Despierta, Señor, nuestros corazones y muévelos a preparar los caminos de tu Hijo, para que cuando venga podamos servirte con conciencia pura. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

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