En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga ‘¡Señor, Señor!‘, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. Mateo 7, 21
El Reino de los cielos se construye obedeciendo la Palabra de Dios.
¿De qué nos sirve que Jesús nos haya dejado su Palabra si no la conocemos o si aún conociéndola no estamos interesados en obedecerla? Ciertamente no toda la Palabra de Dios es fácil de vivir, sin embargo, aún ésta es necesaria si verdaderamente queremos que el Reino de los cielos se haga una realidad en nuestras vidas.
El tiempo de Adviento nos invita, no sólo a profundizar en la Palabra, sino a buscar la forma de que ésta se haga una realidad en nuestra vida. No nos permitamos construir sobre la arena. Esfuérzate hoy por poner en práctica algo de la Palabra de Dios, la casa se construye de ladrillo en ladrillo.
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