Tercer Domingo de Adviento

Han llegado los tiempos mesiánicos



« Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca. » (Antífona de Entrada, Flp 4, 4.5)  
« Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad - fiesta de gozo y salvación - y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor. »  (Oración Colecta)  

Comienzo de la Celebración en torno a la Corona de Adviento

Guía:  En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.

Guía: Ven Espíritu Santo,
Todos: llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Guía: Envía tu Espíritu creador.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.

Guía: ¡Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.

Bienvenida

Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de nuestro Señor Jesucristo en Belén y en cada uno de nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.
(Se enciende la tercera vela)

Palabra de Dios

Guía: Escuchemos la Palabra de Dios.

Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn 1, 6-8.19-28)
En medio de vosotros está uno a quien no conocèis
« Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz, y este fue el testimonio de Juan, a que le preguntaran: '¿Tú quién eres?' Él confesó sin reservas: 'Yo no soy el Mesías.' Le preguntaron: '¿Entonces qué? ¿Eres tú Elías?' Él dijo: 'No los soy.' '¿Eres tú el Profeta?' Respondió: 'No.' Y le dijeron: '¿Quién eres?' Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, '¿qué dices de ti mismo?' Él contestó: 'Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Allanad el camino del Señor' (como dijo el Profeta Isaías.' Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: 'Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?' Juan les respondió: 'Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.' Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.»
Lector: Palabra de Dios.
Todos: «Credo».

Reflexión

Guía: Él ha venido como el médico que cura las más profundas enfermedades del hombre. Por esto, la peor de nuestras enfermedades, el pecado, en esta visión de la gran misericordia del Señor, es simplemente un obstáculo porque el Salvador divino ha venido a socorrernos.

Diálogo

(Después de unos momentos de silencio, el guía debe motivar que los participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)

Compromiso

Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:

Señor, ayúdanos a permanecer en vela guardando la venida de tu Hijo, con la lámpara de la fe encendida y con una gran dosis de humildad. ¿Tiene aceite mi lámpara? ¿Por cuánto tiempo?

(Reflexión en silencio)

Despedida

Guía: Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
Todos: Amén.
Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
(Se puede continuar la celebración con villancicos y juegos)

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