Consagración a María Santísima, Madre de Dios y Madre Nuestra

María Madre de Dios, ruega por nosotros.


Amada Virgen María, Tú eres la protectora del Verbo Encarnado y la intercesora de todos los bautizados, por eso te damos gracias y te bendecimos en todo momento. Te rogamos, Madre del Cielo, que nos guardes junto a tu pecho, libres de todo pecado y peligro, de manera que no exista en nosotros algo indigno de tu amor. Cuida nuestra familia, trabajo y apostolado, para que nunca nos falte, por tu oración, lo que necesitamos para vivir con dignidad. Mira con bondad a nuestros enfermos, abuelos y niños, y a todos los que sufren abandono y soledad, para que tu amor los llene de esperanza y los afirme en su fe. A Ti nos entregamos y en Ti confiamos, seguros que nos llevarás al encuentro de tu adorado Hijo, nuestro Salvador. Amén

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