Señor Jesucristo, perdonar es algo muy difícil para nuestra naturaleza humana, el odio y la amargura por las heridas nos hacen temer, pero junto a Ti podemos sanar y recobrar la esperanza. Señor, pedimos por aquellos que nos ofendieron, llénalos de luz, amor y perdona sus ausencias, pues quizás no han aprendido a amar de verdad y no han encontrado el camino de alegría, felicidad y amor al prójimo. Con profunda confianza te pedimos perdón, Señor, por las veces que no hemos sabido perdonar sino que condenamos con dureza, olvidando que Tú nos perdonaste primero y sin límites. Ayúdanos a comprender la debilidad del hermano; danos un corazón grande, bondadoso y misericordioso, que nunca ofenda y reciba a todos con alegría. Concédenos un corazón como el tuyo, de manera que antes de juzgar, perdonemos; de gritar, abracemos; y de despreciar, acojamos. Que por la intercesión y el auxilio de tu amadísima Madre, la Virgen Maria, no nos cansemos de perdonar, y juntos construyamos una sociedad donde reine el amor, la justicia y la misericordia. Amén
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