Señor, no te apartes de nuestro lado.

Señor Jesucristo, enséñanos a llevar nuestra cruz con amor y fortaleza. Que cuando se haga pesada, sepamos acomodar el hombro de nuestro amor y nuestro empeño para vivir con fortaleza cada momento difícil de dolor, angustia y desesperanza. Enseñanos, Tú que eres bueno, a reconocer que cuando nuestra cruz se hace liviana, no es por nuestra grandeza o fortaleza, sino porque Tú la vas cargando a nuestro lado. Gracias, amado Señor, porque nos amas tanto que muchas veces te haces como el cireneo y nos ayudas a cargar la cruz de la enfermedad, el desempleo, la tristeza y la injusticia. Señor, aún cargas cruces que no te corresponden, pero que con amor llevas; por esto, permítenos ser "cireneos" para con nuestros hermanos de tal manera que ayudemos como Tú nos has ayudado. Madre y Maestra nuestra, Virgen Sagrada María, Tú que estuviste al pie de la cruz de tu Hijo, no permitas que nos apartemos de tu lado. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario