La Epifanía del Señor - Enero 05

"Miren que llega el Señor del señorío: en la mano tiene el reino, y la potestad y el imperio". 
(Mal 3, 1; 1 Cro 19, 12) 

Hermanos, hoy celebramos la Epifanía del Señor, cuyo nombre proviene del griego epifaneia, que significa «aparecer desde lo alto» o «mostrarse a la superficie». Por tanto, la invitación que hoy se nos hace consiste en estar atentos a la Palabra, para acoger la revelación del Señor, pues hoy saldrá a la luz el proyecto salvífico de Dios. El profeta Isaías manifiesta que las dificultades cotidianas parecen tinieblas que ocultan los caminos para avanzar; sin embargo, anuncia que Dios mismo se convierte en luz que da sentido a la existencia y que capacita para ver las oportunidades para salir adelante, en especial cuando nos percatamos de los actos de bondad que existen a favor nuestro. El Salmo 71, por su parte, muestra cómo la acción de Dios ilumina transforma la vida cuando la autoridad hecha servicio se compromete a fondo con la defensa del necesitado. El punto máximo de esta revelación lo encontramos en el Evangelio, pues la luz que vence las tinieblas y la autoridad verdadera toma forma y cuerpo en la Persona de Jesús, Dios hecho Humanidad, que se hace visible a todas las naciones y cuyo reinado se convierte en camino de transformación del mundo. Esta es la gran Epifanía: Dios se ha hecho totalmente visible en la Persona de su Hijo para ser un rey solidario con la humanidad; por ello, la Carta a los Efesios nos dice que nuestro deber es anunciar esta gran revelación trabajando por la justicia, y de esta manera hacer de las naciones un solo cuerpo en Cristo Jesús. Hermanos, esta semana los Evangelios que meditaremos nos ayudarán a profundizar en el reinado de Jesús que vence las tinieblas de la enfermedad, del hambre y en última instancia del pecado, para traer alegría a nuestras vidas y hacernos discípulos humildes que desean que Cristo sea el que brille y crezca.

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