Oración para la Noche Santa de Navidad - Diciembre 24


Amado Padre Celestial, nuestro corazón desborda de alegría en esta Noche Santa al contemplar la majestuosidad de tu amor, pues en la ternura, fragilidad y pequeñez de un tierno Niño recién nacido nos devuelves la esperanza para vivir y luchar. En la sencillez del pesebre que acoge al orbe entero, nos sentimos profundamente conmovidos al contemplar algo inaudito: ¡Dios se ha hecho Ser Humano! No podemos evitar derramar unas cuantas lágrimas al contemplar al Dios Omnipotente envuelto en pañales, sonriendo con ternura en el regazo de su Madre María, y tomando con amor la mano de su padre José. Este Niño es el Mesías, el Hijo de Dios, a quien tierna y respetuosamente llamaremos Jesús, porque Él nos salvará del pecado y de todo aquello que atente contra nuestra felicidad. A los pies de Nuestro Rey recién nacido, dejamos a las familias del mundo entero ya todo aquel que necesite consuelo y amor, pues queremos consagrar al cuidado de Aquel que se hizo Dios con nosotros, todas y cada una de las luchas de nuestro mundo actual . Queremos atesorar la paz que este precioso Niño nos trae en esta noche para animar al triste, ayudar al necesitado, perdonar las ofensas y darle una nueva oportunidad a todos los proyectos y sueños que esperan por ser conquistados. Ayúdanos, Amado Padre Celestial, a hacer de nuestros corazones el mejor lugar de acogida para Cristo, y que por intercesión de la Santísima Virgen María y San José, podamos acunar la Dulce Presencia de Nuestro Salvador. Amén.

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