La Mula y el Buey nos llaman a ser humildes y a mantener cálido el hogar de Jesús - Dic 19

Nos encontramos en esta oportunidad con dos personajes muy importantes dentro de nuestro pesebre: la mula y el buey. De acuerdo con la tradición, la mula representa al animal más humilde de la creación, es símbolo de paz, pobreza y coraje; mientras el buey tiene como función calentar con su aliento la cuna del Niño Jesús. De esta manera, el buey nos invita a mantener en un ambiente cálido y amoroso cada uno de los hogares, para poder reconocer al Señor. Así las cosas, tanto la mula como el buey no son productos de la fantasía piadosa, son símbolos proféticos, revelados tras la unidad del Antiguo y el Nuevo Testamento, los cuales se han convertido en acompañantes del acontecimiento de la Navidad. La mula y el buey responden a la cita de Isaías 1, 3, donde el Profeta dice que el buey conoce a su amo, y el burrito a aquel que le da de comer, pero que el Pueblo de Dios no conoce a su Señor. Es por eso que, en la noche de la Navidad, estos dos animalitos abren sus ojos para reconocer al Salvador. y al encontrarse con su fragilidad, le ofrecen su calor. De igual manera, cada uno de nosotros estamos llamados a abrir nuestros ojos para adorar al Niño Jesús, reconocer que Él es nuestro Salvador y que somos su pueblo.

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