Corona de Adviento: Cuarta Semana

INICIO: Se puede entonar algún canto.

SALUDO: Guía: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

ACTO DE CONTRICIÓN

Guía: Reconozcamos ante Dios que somos pecadores.

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso...

LITURGIA DE LA PALABRA

Leer y meditar, en un momento de reflexión, la cita que se propone para cada día.

ORACIÓN

Se enciende la cuarta vela (morada).

Guía: Encendemos, Señor, esta luz, como aquel que enciende su lámpara para salir, en la noche, al encuentro del amigo que ya viene. En esta Cuarta Semana de Adviento queremos encontrarnos contigo, amado Jesús, pues tú eres el Dios que siempre vienes. Por ello, queremos encontrarte en tu Palabra que nos continúa instruyendo, en tu Eucaristía que nos continúa alimentando, y en la comunidad desde donde nos abres tus brazos fraternos.

Recordando que María, antes de recibirte en su purísimo seno, te concibió en su corazón; ayúdanos en esta última semana a recibirte en nuestros corazones.

Queremos estar despiertos y vigilantes; que nos encuentres amándonos, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera. ¡Ven, Señor Jesús!. ¡Ven, Señor Jesús!

Guia: Unidos en una sola voz, digamos. Padre Nuestro...

4ta Semana:

INVITACIÓN A RECONOCER LA PRESENCIA DE JESÚS EN SU PALABRA, EN LA EUCARISTÍA Y EN LA COMUNIDAD

Actividad:

Levantarme 10 minutos antes de lo que acostumbro para dedicarlos a la reflexión de la Palabra de Dios, y así preparar el corazón para su venida.

Lunes: Mt 7, 21-29

-Reflexionar sobre la necesidad de escuchar y poner en práctica la Palabra de Jesús.

Martes: Prov 3, 1-12

-Reflexionar sobre la necesidad de tener a Dios y a su Palabra al centro de nuestra vida.

Miércoles: Jn 6, 51-58

-Reflexionar sobre la necesidad de alimentarse con el Pan que da la Vida.

Jueves: Hech 2, 43-47

-Reflexionar en cómo la primera comunidad vivía en gran amor y unidad, y así tener el impulso de imitarlos.

Viernes: 1 Co 11, 17-29

-Reflexionar en la necesidad de acercarnos de manera digna a recibir la Eucaristía.