Sea el año que termina y este que comienza la oportunidad para reencontrarnos en familia. Que la paz de nuestro Señor Jesucristo llegue a cada uno de sus hogares y a cada uno de sus corazones. Reflexionemos un poco sobre los objetivos logrados y los propuestos para que cada día nos acerquemos más a la Casa del Señor. Que la paz reine en nuestros corazones y la Misericordia de Dios este siempre con nosotros.
Gracias por acompañarnos en este año que termina, y esperamos poder seguir contribuyendo con un granito de arena en la edificación de vuestros corazones.
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