"El Señor los alimentó con flor de harina, y los sació con miel silvestre" (Sal 80, 17)
Todos los días celebramos la Eucaristía. El jueves santo, le damos mucha importancia al Monumento donde se adora la Presencia de Cristo en la Eucaristía. Probablemente nos vamos acostumbrando a asistir a la Eucaristía, a visitar los monumentos, pero ¿habrá adoración? ¿Podemos comprender lo que realmente Jesús quiso significar en este sacramento admirable? Muchas veces, con respeto, hay personas que pelean por la forma en que se debe recibir el cuerpo de Cristo, pero en realidad, ¿el hecho es pelear? La adoración puede estar expresada en un gesto, pero también está en el interior. Por ejemplo, una persona que se arrodille para comulgar (muy respetable), pero "critica" a quien no lo hace; ¿habrá recibido a Jesús en adoración, cuando en su mente habia critica?. En un día como hoy, Jesús, Pan de Vida, nos recuerda que el pan está hecho de muchos granos de trigo. Cada grano de trigo es una persona. En el pan ya no se ven los granos de trigo. Todos en Cristo nos transformamos. Una cosa es catequizar my otra criticar o imponer. Jesús toma el alimento para indicar, entre otras cosas, la fuerza, la unidad y el llenarnos de Dios. Cada vez que comemos de este Pan es para recibir la fuerza espiritual y desde la fe saber vivir como cristianos, San Pablo, nos invita a seguir la tradición para saber manteneria, no deteriorarla y lo principal es vivir con fe y devoción la Cena del Señor, creando un solo cuerpo como lo ha querido Jesús. El Señor sigue multiplicando el pan en cada una de nuestras obras, gestos y acciones, cuando son presencia suya y manifiestan su entrega por Amor a la humanidad. No podemos celebrar la Eucaristía y luego crear división, enemistad, odio, intriga, muerte. Hagamos hoy una hermosa visita a Jesús sacramentado y propongámonos vivir de su alimento como Pan de Vida.
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