Amado Dios, Tú que eres la fuente de la misericordia, enséñanos a practicar el perdón con nuestros hermanos, haz que reconozcamos que no somos perfectos sino que estamos creciendo cada día, que nos equivocamos y que lastimamos a los demás. Permitenos ser humildes de corazón, de manera que por tu bondad ayudemos a levantar a los que han caído, y así superemos unidos las dificultades. Te pedimos amado Señor, que nos ayudes en nuestro caminar para acercarnos más a tu amor y así obrar signos concretos de cambio en medio de las situaciones difíciles de nuestra vida. Aliméntanos con tu Palabra y Sacramentos, y pide para nosotros la compañía y la fortaleza de nuestra Señora, la Virgen María. Amén
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