Hermanos, estos últimos días hemos presenciado numerosas solemnidades, y hoy celebramos el nacimiento de San Juan Bautista, quien tuvo la tarea de preparar el camino del Hijo de Dios, Jesús, nuestro Salvador y Redentor. Esta solemnidad llevó a meditar al Papa Francisco: "La figura de Juan el Bautista no siempre es fácil de entender. Cuando pensamos en su vida, es un profeta, un hombre que era grande y luego termina como un hombre pobre. ¿Quién es Juan? Yo soy la voz, una voz en el desierto, pero es una voz sin la Palabra, porque la Palabra no es él, es Otro. He aquí el misterio de Juan: Nunca se apodera de la Palabra. Juan es aquel que indica, que señala. Era el hombre de la luz, llevó la luz, pero no era su propia luz, era una luz reflejada. San Juan es como una luna, una voz, no Palabra, luz, pero no propia". El capítulo primero del Evangelio de San Lucas narra el nacimiento de San Juan Bautista: "Zacarías era un sacerdote judío que estaba casado con Santa Isabel, y no tenían hijos porque ella era estéril. Siendo ya viejos, un día cuando estaba él en el Templo, se le apareció un ángel de pie a la derecha del altar. Al verlo se asustó, mas el ángel le dijo: No tengas miedo, Zacarías; pues vengo a decirte que tú verás al Mesías, y que tu mujer va a tener un hijo, que será su precursor, a quien pondrás por nombre Juan".
No hay comentarios:
Publicar un comentario