Adviento, Camino de Esperanza - Diciembre 03

“A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en Ti confío; no quede yo defraudado; que no triunfen de mí mis enemigos, pues los que esperan en Ti no quedan defraudados”. (Sal. 24, 1-3)

Con alegría asistimos a la primera Eucaristía del Nuevo Año Litúrgico 2017-2018. Que nuestra actitud para este tiempo lleno de bendiciones sea la esperanza y alegría espiritual. El profeta Isaías nos va marcando una actitud para este tiempo de Adviento: "nosotros somos el barro y Tú el Alfarero Dejémonos moldear por el Señor en este tiempo privilegiado, pues nuestras vidas siempre necesitan de cambio. Este tiempo es la oportunidad para que demos un paso más en la conversión. El mismo Salmo nos trae una expresión que continúa este camino espiritual: "Ya no nos alejaremos de Ti El Adviento es un querer volver a Dios, quien ha puesto su mirada en nuestra vida inclinada al pecado Acerquémonos al Señor sin temor y con una actitud de apertura a su amor y misericordia. En la segunda lectura, vemos un mensaje de agradecimiento por los dones que hemos recibido -y seguimos recibiendo- de parte de Dios; ellos son gracias especiales que no podemos desperdiciar y siempre están ahí en favor nuestro. El mayor don está en Cristo Jesús, quien nació para darnos nueva vida. El Adviento se caracteriza por ser un tiempo de "espera" en la fe, así nos lo presenta el evangelista San Marcos: "Velen y estén preparados". Siempre debemos estar vigilantes porque en cualquier momento Dios nos invitará a pasar a su Casa, a nuestra Casa, y lo mejor es presentarnos con las vestiduras limpias y las lámparas encendidas por la fe en el Señor Resucitado. Iniciemos con esperanza este Nuevo Año Litúrgico y hagamos de nuestra vida un verdadero lugar de acogida a nuestro Redentor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario