MIÉRCOLES SANTO - "¿SOY YO ACASO, MAESTRO?"

El Evangelio de este día se refiere a la traición de Judas y a su negativa a aceptar el amor predicado por Jesús. El Papa Benedicto XVI nos dice que "ya solo el nombre de Judas suscita entre los cristianos una reacción instintiva de reprobación y de condena. El significado del apelativo "Iscariote" es controvertido: la explicación mas común dice que significa "hombre de Keriot" y alude a su pueblo de origen, situado cerca de Hebrón y mencionado dos veces en la sagrada Escritura. Otros pasajes muestran que la traición se estaba gestando: el momento en el que sucede, el anuncio de esta durante la última Cena, después del anuncio y el momento en el que Jesús es arrestado. La traición tuvo lugar en dos momentos: ante todo en su gestación, cuando Judas se pone de acuerdo con los enemigos de Jesús por treinta monedas de plata, y después en su ejecución, con el beso que dio al Maestro en Getsemani. Jesús lo trato como a un amigo, pero en sus invitaciones a seguirlo por el camino de las bienaventuranzas no forzaba las voluntades, ni les impedía caer en las tentaciones de Satanás, con lo cual respetaba la libertad humana. En efecto, las posibilidades de perversión del corazón humano son realmente muchas. El único modo de prevenirlas consiste en no cultivar una vision de las cosas meramente individualista y autónoma, sino en ponerse siempre del lado de Jesús, asumiendo su punto de vista. Día tras día debemos esforzarnos por estar en plena comunión con Él".

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