"Cielos, destilen el rocio; nubes, derramen la victoria; ábrase la tierra y brote la salvación".
(Is 45, 8)
Entramos en la recta final del Tiempo de Adviento y debemos tener muy claro qué es lo que sigue, por eso hoy las lecturas nos presentan las actitudes de un buen cristiano ante la proximidad del nacimiento espiritual de Jesús. En la primera lectura, el profeta Miqueas nos muestra el lugar del nacimiento del Mesías, la más pequeña de las ciudades de Judá, escogida por Yahvé para su encuentro con la humanidad, entendiéndose esta como lo más débil (los pobres, los marginados, las viudas, los enfermos etc.). Por otra parte, con el Salmista hemos pedido: "Oh Dios, restáuranos". El pecado nos quiebra", el perdón de Dios, "nos restaura", por eso no pasemos a la Navidad sin haber pasado por el sacramento de la Confesión, camino dé la conversión. Asimismo, en la Carta a los Hebreos, el autor nos presenta una actitud de Jesús: su obediencia, la cual expresa con la oración "estoy aquí para hacer tu Voluntad". Dios ha enviado a Jesús para que cumplamos Su Voluntad, pues Él nos enseña a ser obedientes al Padre y así llevar un camino de santidad. No es fácil, pero Jesús, con su ejemplo, nos muestra la manera de hacerlo. Por último, San Lucas nos presenta el hermoso pasaje de la visitación de la Virgen María a su prima. Lo primero que Virgen María transmite es alegría, por eso el niño saltó en el vientre de Santa Isabel . La Virgen María su sí , trajo la salvación a la humanidad , ¿ cómo no sentir alegría ante Ella después de este acto tan noble? Hermanos, durante este Tiempo de Adviento nos hemos preparado para vivir la Navidad, portemos y transmitamos la alegría de recibir a nuestro Salvador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario