Santa Madre de Dios, te damos infinitas gracias por haberte abierto a la gracia y a la escucha de la Palabra desde siempre, por haber acogido en tu seno purísimo a quien es la Vida y el Amor, por haber mantenido tu "Hágase" a través de todos los acontecimientos de tu vida y por tus ejemplos de sencillez, de docilidad, de capacidad de escucha, de reverencia, de fidelidad y de todas aquellas virtudes que rivalizan en belleza entre sí y que Dios nos permite observar en Ti. Te agradecemos Amada Madre, por tu mirada maternal; por ser nuestra intercesora; por tu ternura, tus auxilios y orientaciones, y por tantas bondades que vivimos a diario. Gracias por ser Santa María, Madre del Señor Jesús y Madre nuestra. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario