Adviento: Estad Preparados !!!

Empezamos en este domingo el tiempo de Adviento, uno de los tiempos litúrgicos en donde el color predominante en la liturgia es el morado, pues significa, preparación y recogimiento. Este mismo color también es utilizado por la Iglesia en el tiempo de Cuaresma y en las exequias. Con el Adviento damos por iniciado el año litúrgico y a su vez nos preparamos para las fiestas y solemnidades dela Navidad. Adviento significa venida, por eso en toda la liturgia de la palabra escucharemos constantemente este clamor: ¡Ven, Señor! Esto será lo mismo que proclamaremos el día de hoy en el salmo: “Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra.” Es uno de los tiempos litúrgicos más cortos, pues sólo tiene cuatro semanas, distribuidas en el mismo número de domingos. Comienza con las primeras Vísperas del domingo que cae el 30 de noviembre, o aquél que sea más próximo a éste; y termina antes de las Primeras Vísperas dela Navidad. Desde el 17 hasta el 24 de diciembre la liturgia nos irá preparando de una manera más directa ala Navidad del Señor. En cada uno de los domingos de Adviento iremos repasando la historia de salvación que el Señor ha ido construyendo con los hombres y las promesas que nos hizo desde antiguo. Y esto precisamente es lo que nos dice el profeta Jeremías, en la primera lectura: “Ya se acerca el día en que cumpliré la promesa que hice al pueblo de Israel y al pueblo de Judá.” Esta promesa se hará realidad con la celebración dela Natividad de Jesús. El Evangelio, tomado de San Lucas, también es una invitación a estar siempre preparados, sobretodo interiormente, en todo lo que implica ser cristiano, a pesar de que las circunstancias históricas parezcan difíciles. El mensaje del Señor es un mensaje de esperanza, pero a la vez, es exigente, por eso nos anima y nos advierte para que no descuidemos nuestra vida de fe. Que este tiempo de Adviento, que empieza el día de hoy, sea la oportunidad para dejar que el Señor nazca en nuestros corazones y transforme todas aquellas realidades de pecado que nos alejan de Él y de nuestros hermanos.