El Árbol de Navidad es símbolo del amor eterno de Dios - Dic 17

En la tradición europea, los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos por el dios Odín, representado en un árbol gigantesco al cual rendían culto especial en cada solsticio. San Bonifacio, evangelizador de Alemania e Inglaterra, derribó la creencia del árbol que representaba al dios Odín y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor de Dios, y lo decoró con manzanas y velas, para darle un verdadero sentido cristiano. De esta manera, las manzanas representan las tentaciones y la tendencia al pecado al que está expuesto el ser humano; las velas, por su parte, representaban a Jesús, Luz del mundo, y la gracia que la humanidad recibió al acoger al Salvador en su vida. La tradición del árbol de Navidad se difundió por toda Europa en la Edad Media y tras las conquistas y migraciones, llegó también a América Latina. Con el paso del tiempo, se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por luces que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo. Hoy, las esferas de colores representan las oraciones que se elevan durante el Adviento para preparar el corazón para el Nacimiento de Jesús. En la punta del árbol se suele poner una estrella que representa la fe que guía la vida del Creyente hacia el camino de la Salvación. Aprovechemos estos días para explicarle cada símbolo a los más pequeños, de tal manera que le encuentren un sentido espiritual a este tiempo de esperanza, alegría y amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario