Melchor, Gaspar y Baltasar

El testimonio de los Magos de Oriente, que celebramos el día 3 de enero, aporta para nuestra vida valiosos elementos para tomar conciencia de la llamada que Dios nos hace y lo que tenemos que hacer como creyentes: servir al Padre, anunciar su amor y transformar el mundo. ¿Quiénes eran estos hombres? ¿De dónde venían? ¿Que simbolizan? Las respuestas nos les da el Papa Benedicto XVI, en su libro La Infancia de Jesús.

Para comenzar, el texto evangélico que menciona a estos personajes es Mateo 2, 1-12; enmarcando la narración en el reinado de Herodes. En el mundo de nuestra Sagrada Biblia, el término "mago", hace referencia a un sabio, un sacerdote o hasta un hechicero; lo importante es comprender que todas estas formas de religiosidad y sabiduría, se someten al resplandor de la estrella de Cristo, Dios Encarnado Dice el Papa Benedicto XVI que "los diversos significados del término mago que encontramos aquí, hacen ver también la ambivalencia de la dimensión religiosa en cuanto tal. La religiosidad, puede ser un camino hacia el verdadero conocimiento, un camino hacia Jesucristo". En el relato de San Mateo se entiende la palabra "mago como sabiduría filosófica y religiosa, caminos que si son bien transitados, conducen a cristo. Su conocimiento científico de las estrellas, el culto y la sabiduría, no les impidió encaminar su vida hacia el encuentro de un humilde Niño: su Salvador. 

"Que los Magos fueran en busca del rey de los judios guiados por la estrella y representen el movimiento de los pueblos hacia Cristo, significa implicitamente que el cosmos habla de Cristo, aunque su lenguaje no sea totalmente descifrable para el hombre en sus condiciones actuales" (Papa Benedicto XVI). Jesús no solo es la respuesta, la guia y la meta de los creyentes, sino de toda la humanidad, aun cuando sea pagana venga oriente (de donde vinieron los opresores del de Israel. ayuda a repensar la acogida y el trato que le estamos dando a otras denominaciones religiosas, con las que en ocasiones somos irrespetuosos olvidando que ellos también son hijos de Dios y participan, a su modo, de la obra redentora del Señor. 

El largo viaje que realizan los Magos desde sus tierras, entra en choque con la vida quien quiere acabar con el brillo de la Salvación; anhela terminar con de un inocente niño con tal de no obstaculizar sus proyectos, Hermanos, cuánto nos enseña esto hoy, en un momento en el que la vida es poco valorada y se vulneran los derechos de los más débiles, sin pensar que pueden estar privando al mundo del brillo de una hermosa estrella.

El rey que ellos buscaban no se encontraba en el palacio, sino en una humilde pesebrera, frágil y acompañado del amor de sus padres. Esto, nos debe mostrar que el verdadero orgullo y honor no están en el dinero, sino en lo que nos hace personas e hijos de Dios. Comprendiendo esto, dejaremos atrás la mentalidad interesada, tratando a las personas por lo que son y no por lo que tienen 

Por último, resaltamos la adoración que estos hombres -sabios y entendidos le brindaron a un pequeño Niño recién nacido: "Entraron en la casa, vieron al Niño con María, su Madre, y cayendo de rodillas lo adoraron" (Mt 2, 11). Postrarse es una manera de homenajear a Dios, que es Rey; de aquí se explican los dones que a continuación ofrecen los Magos: "La Tradición de la lglesia ha visto representados en los tres dones -con algunas variantes- tres aspectos del misterio de Cristo: el oro haría referencia a la realeza de Jesús; el incienso al Hijo de Dios y la mirra al misterio de su Pasión", continúa diciendo el Papa Benedicto. 

Hermanos, esta sencilla mención a los Magos de Oriente nos permite abrir la perspectiva y comprender que la ciencia no se opone a la religión; que todos somos hijos de Dios y que sea cual sea nuestra religión, estamos llamados a servir a la humanidad la ciencia y la religiosidad, correctamente vividas, llevan a conocer a Jesús; el poder y la dignidad no dependen del dinero (Herodes), sino de lo que somos en el interior (Jesús); el mensaje del Señor es para toda la humanidad, incluso para los más alejados (Oriente en aquel entonces); no podemos pasar por encima de la vida de los más débiles con tal de conseguir lo que queremos; todo lo que somos debe ser ofrecido al Rey de reyes y Señor de señores. Solo a El se le rinde honor y gloria con el corazón 

Que el ejemplo de estos hombres, que lo dejaron todo por buscar al Señor en su propio estilo de vida, nos permita crecer como cristianos, teniendo claro que El nos llama desde lo que somos, y que no nos pide nada que no podamos entregar. Que este Nuevo Año sea de bendiciones y crecimiento para cada uno de nosotros, de manera que caminemos alegres como los Magos de Oriente, tras la estrella del Señor, anunciando su Salvación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario