Fiesta de Todos los Santos. Noviembre 01

El origen de esta solemnidad lo encontramos en en la dedicación del Panteón Romano a Santa María y a todos los mártires, por parte del Papa Bonifacio IV (Siglo V). Los cristianos catolicos elevamos nuestra mirada al cielo meditando en la plenitud de la vida eterna que Dios nos regala; nos llenamos de alegría al celebrar a esos santos conocidos y desconocidos que con su vida son ejemplo de fidelidad, entrega y generosidad con el reino de Dios. Ellos nos demuestran que sí es posible cumplir la voluntad de Dios a través de muchos estados de vida (ministros, laicos, padres de familia empleados entre otros). El Papa Francisco nos dice que podemos ser bienaventurados, santos, si seguimos esta enseñanza: "Este es el camino de la santidad, y es el mismo camino de la felicidad. Es el camino que ha recorrido Jesús, es más, Él mismo es el camino; quien camina con Él y pasa a través de Él, entra en la vida eterna. Pidamos al Señor la gracia de ser personas sencillas y humildes, de saber llorar, ser mansos, trabajar la justicia y la paz, y sobre todo, dejarnos perdonar por Dios para convertirnos en instrumentos de su misericordia Así han hecho los santos que nos han precedido en la patria celestial. Ellos nos acompañan en nuestra peregrinación terrena, nos animan a ir adelante". Somos bautizados y estamos llamados a ser santos; no perdamos la oportunidad de inscribir nuestro nombre en el libro de la vida.

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