Vamos avanzando en la preparación para conmemorar el Nacimiento del Salvador y en el cuarto día de novena contemplamos a Zacarías, padre de Juan, el Bautista. Este hombre, sacerdote de la Antigua Ley, pertenecía a la clase sacerdotal de Abdías, no tenía hijos y había llegado a una edad avanzada en la que no podía tenerlos. Entonces, un ángel se le apareció en el momento en que oficiaba en el templo y le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu plegaria ha sido escuchada; Isabel, tu mujer te dará un hijo, al que pondrás por nombre Juan. Desde el seno de su madre será lleno del Espíritu Santo y, a muchos de los hijos de lsrael convertirá al Señor, su Dios". Zacarías le preguntó cómo podía estar seguro de esto, pues él y su esposa eran ancianos. A lo que el ángel contestó: "Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios". El ángel fue enviado para anunciarle esta buena noticia, pero Zacarías dudó; por esto, le dijo que se quedaría mudo por no haber creído. Cuando Zacarías retornó a su casa su esposa lsabel concibió un hijo. Ella pensaba: "Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres". Según una antigua tradición, Zacarías murió asesinado en el templo por mandato de Herodes, porque se había negado a decir dónde estaba su hijo. Hoy, cuarto día de la novena, pidámosle al Señor que obre maravillas en nuestra vida, así como lo hizo en favor de Zacarías
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