El día sábado, la Iglesia propone honrar las virtudes de la Santísima Virgen María, y hoy, conmemoramos su advocación en Lourdes, recordando la aparición que hizo en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave (Lourdes, Francia), el 11 de febrero de 1858, a tres niñas: Bernadette Soubirous, su hermana Marie Toinete y su amiga Jeanne Abadie. Por cinco meses, la Virgen se le apareció a Bernadette, provocando multitudes que se acercaban para rezar y poder observar a la hermosa Señora, pero la Virgen solo se le aparecía a ella. La Virgen le pedía: "Construye aquí un santuario para orar y hacer penitencia por la conversión de los pecadores La niña le preguntó el nombre a aEl día sábado, la Iglesia propone honrar las virtudes de la Santísima Virgen María, y hoy, conmemoramos su advocación en Lourdes, recordando la aparición que hizo en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave (Lourdes, Francia), el 11 de febrero de 1858, a tres niñas: Bernadette Soubirous, su hermana Marie Toinete y su amiga Jeanne Abadie. Por cinco meses, la Virgen se le apareció a Bernadette, provocando multitudes que se acercaban para rezar y poderquella Señora, y en la decimosexta aparición, le respondió: "Yo soy la Inmaculada Concepción". Luego de la última aparición, ocurrida el 16 de julio fiesta de Nuestra Señora del Carmen Bernadette ingresó a la Orden religiosa de las hermanas enfermeras, a la edad de 22 años, y permaneció allí hasta su muerte a los 34 años de edad. El Papa León XIII aprobó en 1891 la festividad de la Aparición de la Inmaculada en Lourdes el 11 de febrero, y el Papa Pío X la hizo fiesta universal. Esta celebración mariana está unida a la vigésima quinta Jornada Mundial del Enfermo que, como recuerda el Papa Francisco, "en esta situación, por una parte la fe en Dios se pone a prueba, pero al mismo tiempo revela toda su fuerza positiva. No porque la fe haga desaparecer la enfermedad, el dolor o los interrogantes que plantea, sino porque nos ofrece una clave con la que podemos descubrir el sentido más profundo de lo que estamos viviendo; una clave que nos ayuda a ver cómo la enfermedad puede ser la vía que nos lleva a una cercanía más estrecha con Jesús, que camina a nuestro lado cargado con la cruz. Y esta clave nos la proporciona María, su Madre, experta en esta vía". Que nuestra Señora de Lourdes nos ayude a ser fuertes en la enfermedad y nos motive a visitar y animar a los enfermos, viendo en ellos a Jesús.
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