La profecía del descendiente de la casa de David - Diciembre 20

Brotará un renuevo del tronco de Jesé y la gloria del Señor llenará toda la tierra. Todos los hombres verán la salvación de Dios.

En la historia del pueblo de Israel existieron muchos gobernantes, pero David sobresale porque durante su reinado el pueblo creció, se erradicaron muchos de los cultos paganos y se unificó el pueblo bajo una sola corona. Tras la muerte del rey David, y con los continuos desaciertos de sus sucesores, surgió en el pueblo el anhelo de la restauración del reino davídico, cuando lsrael era fuerte se luchaba con fuerza ante la idolatría. Así es como nace la esperanza de un mesías que restaure y lleve a su plenitud la obra de David, solo que se redujo el ideal, a lo político y militar, por lo que al llegar Jesús con su mensaje de paz, reconciliación y conversión, muchos dudaron, pues esperaban al Mesías poderoso que los liberaría de la opresión del imperio y reconstruiría la gloria de lsrael. El profeta Isaías (11, 1), dice que "Dará un vástago el tronco de Jesé, un retoño de sus raíces brotará también dice que sobre él reposará el espíritu de Yahvé lo que nos recuerda aquel episodio del Evangelio (Lc 4, 18) en el que Jesús, estando de pie en medio de la sinagoga, dice que el Espíritu de Dios está sobre El para dar luz a los ciegos, paz a los atribulados, libertad a los cautivos y salud a los enfermos, lo que a su vez es cumplimiento de la profecía de Isaías, capítulo 61. Hermanos, Jesús da cumplimiento a la profecía de un descendiente de la casa de David, pero rompe la lógica de pensar que tenía que ser poderoso en lo económico y militar; El es grande, instaura el reinado perpetuo por la misericordia y el servicio, y da un nuevo sentido a la ley: "que se amen los unos a los otros como yo los he amado". El niño que nace en el pesebre es el mesías davídico, no por el lujo y las riquezas, sino por el amor a los que lo buscan.

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