Hoy es día de Fiesta, pues celebramos la Exaltación de la Santa Cruz. Según la Crónica de Alejandría, en la batalla contra Majencio en el Puente Milvio (año 312), el emperador Constantino tuvo la dicha de ver en el cielo una Cruz brillante con una inscripción que decía: "Con esta señal vencerás". Desde ese momento, se inflamó tanto su devoción a la Santa Cruz que puso el mayor cuidado en hacerla respetar en todo el imperio. Santa Helena, madre del emperador Constantino, redescubrió la Cruz del Señor el 14 de septiembre del año 320. Así, el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que "en la Cruz, Jesús consuma su sacrificio. (...) Ningún hombre, aunque fuera el más santo, estaba en condiciones de tomar sobre sí los pecados de todos los hombres y ofrecerse en sacrificio por todos. La existencia en Cristo de la Persona divina del Hijo, que al mismo tiempo sobrepasa y abraza a todas las personas humanas, y que le constituye Cabeza de toda la humanidad, hace posible su sacrificio redentor por todos. (...) La Cruz es el sacrificio de Cristo, único mediador entre Dios y los hombres. Él llama a sus discípulos a tomar su Cruz y a seguirle, porque Él sufrió por nosotros dejándonos ejemplo para que sigamos sus huellas. Él quiere, efecto, asociar a su sacrificio redentor a aquellos mismos que son sus primeros beneficiarios”.
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