"Simeón dijo a María; mira, este está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será como una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a Ti una espada te traspasará el alma (Lc 2, 34 -35)
Queridos hermanos, el día de hoy conmemoramos los Dolores de la Santísima Virgen María. La devoción a la Virgen de los Dolores tiene su origen en el siglo VIII, cuando los escritores de la Iglesia hablaban de la «Compasión de la Virgen», en referencia a los Dolores de la Madre de Dios al ver a su Hijo en la cruz . En la Edad Media, estaba difundida una devoción popular a los cinco gozos de la Virgen María, que se complementó con la devoción a los cinco dolores, que posteriormente aumentaron siete. En el siglo XV se instituyó la festividad en Colonia (Alemania) y en otras partes de Europa. En el siglo XVII, los religiosos de la Orden de los Servitas obtuvieron la aprobación para la celebración de la fiesta de los siete Dolores de la Virgen María. El Papa Benedicto XIII extendió la fiesta a toda la Iglesia. Anteriormente, la fiesta se celebraba el viernes anterior al Domingo de Ramos o el tercer domingo de septiembre, pero el Papa Pío VII fijó la fecha de la fiesta el 15 de septiembre, el día siguiente a la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz ( en algunos países la Exaltación de la Cruz se celebra el 14 de septiembre, pero en Colombia se celebra el 3 de mayo). La imagen de Nuestra Señora de los Dolores nos enseña a tener fortaleza ante los sufrimientos de la vida. Encontremos en Ella la fuerza y el apoyo para dar sentido a nuestros propios sufrimientos.
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