Comunicación en la Familia - Diciembre 19

Queridos hermanos, continuamos nuestra reflexión en este cuarto día de la Novena de Aguinaldos con un tema de suma importancia para la familia: la comunicación. Para iniciar, debemos tener claro que la comunicación en la familia va más allá de compartir información entre padres e hijos, pues comunicarse que ver con un intercambio de palabras, gestos emociones con el fin de mostrar apoyo, solidaridad y acogida; por esta razón, debemos esforzarnos por expresarnos de forma asertiva, es decir, hablar con el otro de forma concreta, sincera y amable de aquello que pensamos y sentimos, sin maltratar ni obligar a que estén de acuerdo con nuestro parecer. Cuando la pareja de esposos, o los padres y los hijos se toman el tiempo para tomar conciencia de lo que sienten y elegir las palabras precisas para expresar sus anhelos, miedos u opiniones a los demás, se evitan los malos entendidos y sobre todo las faltas de respeto, pues las cosas se dicen a tiempo, con amor y con verdad. De igual manera, es importante aprender a escuchar asertivamente, es decir, verdaderamente a nuestro cónyuge, padres o hijos cuando nos hablan, esforzándonos por comprender aquello que se nos quiere atentos decir dejando atrás prevenciones y prejuicios. Cuando nos comunicamos asertivamente, buscamos palabras y gestos de cortesía para no herir al otro y podemos pedir y dar perdón de forma más auténtica y comprometida. ¿En nuestros hogares todos sienten la libertad de expresarse o reina un silencio incómodo? ¿Qué podemos hacer para mejorar la forma en que nos tratamos unos a otros? Que Jesús, Verbo Encarnado del Padre, nos enseñe a comunicarnos con el lenguaje del amor, porque este año Nuestra Familia es Belén.

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